Una familia cristiana que huyó devastada por la guerra de Siria a los EE.UU. en la esperanza de una nueva vida ha pasado un mes separados en campos de detención, a pesar de los controles estadounidenses mostrando que no suponen una amenaza para la seguridad.
Samer estaba sorprendido por la recepción de su familia recibió, le dijo a The Guardian, exclamando que "nosotros somos los que huían de la guerra."
Samer y su familia hicieron el viaje intrépido de Siria en la esperanza de escapar de los horrores de su país de origen, sin embargo su llegada a Texas fue lamentablemente programado, siendo días después de los atentados de París.
Días después de su llegada, la familia se convirtió en el tema desconocimiento de un debate nacional sobre la seguridad nacional y el potencial invasión terrorista.
Trump especula que la familia - Samer, su esposa y dos hijos - dos y cinco años de edad - podrían ser miembros del Estado Islámico, a pesar de ser Chrsitians. Del mismo modo, su rival republicano, Ben Carson, especuló que podrían representar "la peor pesadilla" de Estados Unidos.
La familia se ha detenido indefinidamente en un centro de inmigración cerca de San Antonio, Samer separado de su esposa y dos hijos. Le habían prohibido hablar con su esposa, incluso por teléfono, hasta el miércoles.
Él dijo que las autoridades habían explicado muy poco para él, no darle una razón clara por qué su familia está siendo detenido.
"Mis niños muy pequeños están en prisión", dijo Samer (un seudónimo) a través del teléfono. "No tenía ni idea de que el clima político estaba tan en contra de los refugiados sirios. Si hubiera sabido que era tan terrible que aquí no me he traído a mi familia."
La detención de su esposa y sus dos hijos es a pesar del fallo de julio por un juez federal en California, que dio prioridad a la liberación rápida de las madres y los niños de los centros de detención. Las autoridades de Texas están considerando la concesión de licencias de las instalaciones, que se describen por los refugiados como las prisiones, como "guarderías".
La familia ha sido verificado fondo y encontró para no ser una amenaza de seguridad. Su abogado defensor, Jonathan Ryan, director ejecutivo de RAICES, dijo: "No hay duda en mi mente que estas familias están en un calabozo de la percepción pública completamente divorciada de la realidad y la lógica."
"Ellos han seguido todas las reglas, completado todos los pasos en el proceso que da lugar a los solicitantes de asilo de ser liberado a vivir con sus familias y le dijo a reportar a la corte, pero están siendo tratados de manera diferente ... la cosa más triste de estos casos es que estos personas huyeron de un gobierno que ellos destacó por ser quienes eran -. Los cristianos Llegaron a nuestro país en busca de protección sólo para descubrir que estamos haciendo lo mismo a causa de su origen nacional ", agregó.
Samer no ha dado detalles de su historia, con miedo de que implican a miembros de la familia todavía en Siria, pero lo describió como "muy, muy malo, muy peligroso. Tuve que sacar a mi familia."
Su llegada a la frontera de los Estados Unidos fue reportada primero por Breitbart, quien los describió como habiendo sido "capturado" el 16 de noviembre. Donald Trump después tuiteó acerca de ellos, reiterando el sentimiento de Breitbart
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